viernes, 30 de julio de 2010

PONENCIA: SEGURIDAD MULTIDIMENSIONAL EN AMERICA: HACIA LA 5ª. CUMBRE DE LA OEA

Seguridad

“PRIMERAS JORNADAS NACIONALES ABOLICIONISTAS SOBRE PROSTITUCIÓN Y TRATA DE MUJERES NIÑAS/OS”

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS - UBA – 4 y 5 DE DICIEMBRE DE 2009


PONENTE:Mta. Teresa C. Ulloa Ziáurriz
Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATW-LAC)

INTRODUCCION.
No podemos hablar de prosperidad humana si no se garantizan los derechos humanos, condiciones de vida digna para todas y todos, la gobernabilidad y la democracia. La construcción de la prosperidad humana tiene que pasar por la redistribución de la riqueza, la generación de oportunidades, acotar las ganancias del capital trasnacional, mayor tributación a los grandes capitales y menor a la ciudadanía trabajadora, pero, además, inversión en la soberanía alimentaria.

Me parece necesario mencionar que la Declaración sobre Seguridad en las Américas se dijo que: "La paz es un valor y un principio en sí mismo y se basa en la democracia, la justicia, el respeto a los derechos humanos, la solidaridad, la seguridad y el respeto al derecho internacional".

El concepto de seguridad, hoy ha debido ampliar su marco de referencia y tener en cuenta una variedad de amenazas: terrorismo internacional, tráfico de drogas y armas ilegales, trata de personas, industria global del sexo, lavado de dinero, corrupción institucional y crimen organizado.

Además en nuestros países, la pobreza, las enfermedades y la degradación del medio ambiente, la crisis alimentaria y el avance de poderes fácticos que han infiltrado las estructuras democráticas, como la narcopolítica, el narcoterrorismo, la narcoviolencia, el narcomenudeo, y las desigualdades y violencia contra las mujeres, expresadas en el feminicidio y la feminización de la pobreza, contribuyen al deterioro de la seguridad humana.

Los Retos del Siglo XXI.
Javier Solá publicó en el diario Reforma en el 2003 que en los albores del Siglo XXI vivíamos en un contexto marcado por la esperanza de que imperara la paz, la democracia y los derechos humanos, y en el que se pudiera asistir a un desarrollo económico sostenido en todo el planeta. Sin embargo, la paz y la seguridad se han visto amenazadas por crisis regionales, por un nuevo tipo de terrorismo que supera las barreras imaginadas hasta ahora, así como por la proliferación de armas de destrucción masiva, cuyo peligro se percibe como más real e inminente. El crecimiento económico ha entrado en cifras negativas, hoy amenazado por la crisis económica mundial y la recesión. La prosperidad de la década anterior tampoco se ha traducido en una reducción general de la pobreza y de las desigualdades.

LAS AMENAZAS.
La Esclavitud.
Más de 200 años después de que fuera abolida, la esclavitud sigue siendo una realidad en el mundo. Se estima que más de 27 millones de personas son víctimas de formas tradicionales y nuevas de esta práctica.
La esclavitud es un fenómeno mundial que afecta tanto a los países ricos como a los pobres. Actualmente hay más de 27 millones de hombres, mujeres, niñas y niños que viven cada día en condiciones de esclavitud. La práctica "existe en todas sus formas, tanto tradicional como moderna, y florece como resultado de la demanda", como denunció la relatora de la ONU contra la esclavitud, Gulnara Shahinian.

"La esclavitud no es historia, más de 200 años después de ser abolida formalmente. Es una realidad en muchas partes del mundo que ha evolucionado hacia formas diversas y crueles". Las víctimas son siempre los más débiles y vulnerables de la sociedad, desde trabajadores y trabajadoras migrantes atrapados en esquemas de servidumbre para pagar deudas, hasta mujeres y niñas explotadas en la prostitución u otras formas de explotación sexual y hasta ahora no se ha hecho nada por disuadir la demanda que es el motor que mueve a la industria del sexo y las leyes que se han aprobado son totalmente inútiles e ineficientes. Estas prácticas "van de la mano de la pobreza, la exclusión social, la marginalidad, falta de acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, a oportunidades de trabajo y la corrupción".

El Crimen Organizado
Francisco Rojas Aravena, Secretario General de FLACSO, en su documento “Globalización y violencia en América Latina. Debilidad estatal, inequidad y crimen organizado inhiben el desarrollo humano”, mencionó que la presencia del crimen organizado se manifiesta con gran fuerza en América Latina. Hay estudios que demuestran que el narcotráfico y la trata de mujeres y niñas producen el 40% del PIB de la Región Latinoamericana.

Un primer debate se produce en la discusión teórica en torno a la definición de crimen o delito organizado. Tal discusión, principalmente jurídica, señala la existencia de un tipo de delincuencia que ha evolucionado y se ha perfeccionado con el advenimiento de la sociedad de la información.
La transnacionalización del crimen ha aumentado los problemas que de él se derivan. El crimen organizado nacional cruza las fronteras y sus acciones se relacionan con los distintos tipos de amenazas de carácter global, en donde las mujeres y las niñas, sus vidas, su integridad y su seguridad son siempre el botín de guerra o son reducidas a objetos sexuales, ya sea como producto de la militarización, la guerrilla, las fuerzas del orden y los criminales.

El crimen organizado tiene un objetivo esencialmente económico, sin embargo, para poder recibir esos recursos ocupa la extorsión y la violencia como instrumentos fundamentales. Diversifica sus actividades y se expande nacional e internacionalmente, hoy siendo el principal actor de la trata de mujeres y niñas y el tráfico ilegal de migrantes, los secuestros, la extorsión, la piratería, el contrabando, etc. Esta característica es la que representa el mayor peligro para las sociedades latinoamericanas y caribeñas. El crimen organizado posee una fuerte coherencia interna, altos grados de especialización y sofisticación. No es ideológico, no busca el poder político como tal, lo que busca es la influencia y la capacidad de decisión sobre los agentes del Estado. Es una empresa ilegal, aunque normalmente penetran empresas legítimas.

El Gasto Militar y de Seguridad Pública.
Los países y las sociedades invierten cada vez más recursos para protegerse y mitigar los efectos de la violencia y la inseguridad. El gasto militar global en la región no permite el cumplimiento de las metas del milenio, no es un gasto verificable, pero además no permite dar cumplimiento efectivo a la Convención Interamericana sobre Transparencia, ni tampoco el respeto a los derechos humanos de la población civil.
De igual forma, los estados deben destinar cada vez mayores recursos para prevenir, atenuar y reprimir la violencia interpersonal. Entre estos costos están los incrementos de policías y sus equipamientos de patrullajes, costos vinculados a los procesos judiciales, servicios legales, la infraestructura carcelaria, además de los gastos para la atención de las víctimas. Muchos de estos costos directos se incrementan por la pérdida de oportunidades de inversión en desarrollo.

Las Consecuencias.
La violencia multidimensional inhibe el desarrollo humano, se transforma en un obstáculo para el crecimiento y limita las oportunidades de construir sociedades, en donde la libertad posibilite una plena y efectiva legitimidad democrática. La violencia limita, disminuye y reduce las opciones para una vida mejor, aspecto central en el desarrollo humano.
Como señalamos, una serie de factores inciden sobre el incremento de la violencia, el crimen, el despojo y la inseguridad, entre éstos se destacan: la inequidad y polarización económico- social; la urbanización; la pobreza y marginación; la informalidad y el desempleo; la ausencia del Estado y la debilidad de sus instituciones; las políticas represivas que criminalizan la protesta social, la pobreza y a las y los jóvenes; la falta de integración y cohesión social. Junto a estos factores, nuevos actores armados se hacen presentes, en especial en zonas en las cuales la presencia estatal es débil. Entre estos actores se destacan: vigilantes, guardianes, paramilitares, guerrillas, narcos y sicarios, crimen organizado, maras. Estos nuevos actores buscan imponer un "orden" por medio de la violencia, fuera del marco del imperio de la ley.

Los Impactos de la Violencia:
Los impactos de la violencia se manifiestan en diversas áreas:
1) sobre la calidad de vida, con más temor;
2) sobre la convivencia cívica, con menores grados de confianza;
3) en la convivencia democrática, con mayor desafección;
4) en las inversiones privadas, con un retraimiento;
5) en el gasto en seguridad, más gasto público y privado;
6) en el espacio público, con el abandono;
7) en la privatización de las respuestas;
8) en las políticas públicas, incrementando las complejidades de la gestión y los diseños institucionales;
9) sobre las decisiones; generando un sentido de urgencia y de carencia de efectividad.
10) los costos de la violencia reducen las oportunidades del desarrollo, en especial del desarrollo humano y sustentable.

La Inseguridad en la Vida de las Mujeres
Uno de los principales escenarios de inseguridad, en especial para las mujeres, es el propio hogar, aunque también lo es la comunidad. Pese a que la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, "Convención de Belem do Para", de julio de 1994, ha sido plenamente ratificada por todos los países de la región.
Las situaciones anteriores reflejan problemas más profundos de las sociedades y sistemas políticos latinoamericanos. Nuestros sistemas no sólo son altamente polarizados e inequitativos, sino que poseen bajos niveles de inclusión social y política. Ello se expresa, entre otros, en la falta de reconocimiento de derechos a los pueblos indígenas, los derechos de las mujeres y la cosificación de sus cuerpos en la prostitución y otras formas de explotación sexual, que es una pandemia que va en aumento de la mano de la feminización de la pobreza y la falta de oportunidades. Las dificultades para incorporar a las y los jóvenes a la vida productiva y la ausencia de políticas para proteger a las personas más vulnerables, niñas, niños, mujeres y personas de la tercera edad. Todo ello se manifiesta en sociedades polarizadas con débil cohesión social.

El Crimen Organizado en la Trata de Mujeres y Niñas.
Las dimensiones actuales del comercio sexual son globales y dramáticas. En primer lugar, las organizaciones criminales transnacionales han descubierto en la comercialización ilícita de personas un espacio de ganancia monetaria significativo y menos riesgoso porque no está en la agenda pública de la Región, ni es prioridad para Estados Unidos como es el combate al narcotráfico. Se estima que más de cuatro millones de mujeres son reclutadas por esta industria cada año, y que las ganancias generadas por la trata reportan unos siete mil millones anuales de dólares a las organizaciones criminales.

El comercio sexual generalmente ocurre de Sur a Norte, pero también existe la trata interna. Sin embargo, muchos hombres viajan a países ‘exóticos’ con el propósito de satisfacer sus fantasías sexuales, reprimidas en su propio país. De ahí que la industria turística se ha constituido en la puerta trasera de la industria sexual en muchos países como Cuba, Dominicana, Costa Rica, Guatemala, Colombia, Jamaica, México, Brasil, etc.

Ayer Colombia, Hoy México.
El combate a las drogas ha conducido a México a una profunda violencia, sobre todo en los estados de las fronteras norte y sur del país. Los homicidios relacionados con el crimen organizado ya rebasaron las 8 mil ejecuciones, sólo en 2008. El aumento de la violencia del narcotráfico y la participación del Ejército en la seguridad pública tienen una razón fundamental: el Estado mexicano carece de un plan real completo, a largo plazo y bien estructurado para combatir al crimen organizado, pero sus acciones han tenido un efecto muy devastador en la vida de las mujeres y las niñas.

Conclusiones:
En América Latina, un conjunto de complejas dimensiones nos confronta hoy a ciudades más violentas, fuente de temores y diferencias que aún parecen irreductibles. Esta creciente violencia e inseguridad debería ser hoy prioridad en la agenda de los gobiernos y de la ciudadanía.
La apuesta por ciudades más democráticas y de mejor convivencia lleva implícita, como condición fundamental, la erradicación de la violencia contra las mujeres, su empoderamiento y la promoción de sus derechos como ciudadanas, ya que representamos más de la mitad de la población de este Continente. Es necesario “fortalecer una ciudadanía activa de las mujeres en el ejercicio de sus derechos, a fin de reducir la violencia pública y privada que se ejerce contra ellas”.
Se deben elaborar e implementar propuestas innovadoras, generar mecanismos de colaboración y reflexión conceptual, y desarrollar y comparar experiencias de intervención y darle cabal cumplimiento al principio de la debida diligencia.
No podemos hablar de desarrollo sustentable, ni de desarrollo humano si no podemos garantizar la vida, la integridad y la seguridad de todas y todos los habitantes de América y me refiero a la seguridad multidimensional. Los países se hacen por su gente y los beneficios del desarrollo no han llegado a sus realidades cotidianas. Esta debe ser la prioridad.

1 —Declaración sobre Seguridad en las Américas (Conferencia Especial sobre Seguridad, octubre de 2003)

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